martes, 20 de mayo de 2008

Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackenna y Sociedad Chilena de Fantasía y Ciencia Ficción le invitan a participar en nuestra actividad de homenaje y recuerdo para un gran escritor, dirigente político, animador cultural y amigo entrañable...


CARLOS RAÚL SEPÚLVEDA CONTRERAS:
A un año de iniciado su viaje a la Eternidad.

Martes 27 de mayo de 2008, 1930 horas.
(aunque llueva o truene)).


Salón principal de
Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackenna:

Av. Vicuña Mackenna 94, metro Parque Bustamante (línea 5), Prov., 2229642.

lunes, 19 de mayo de 2008

LA PUERTA NEGRA.
Por Carlos Raúl Sepúlveda C.
.
Me despierto crispado de dolor.
Hay algo dentro de mi pecho que se mueve y quiere salir, rompiéndolo todo, como en la historia de la zorra de Esparta.
Es la hora más negra de la noche.
Quince minutos antes del amanecer.
Respiro con infinitas precauciones.
En mi caja toráxica algo se hincha y puede reventar como un glóbulo negro.
Quiero escribir algo.
Esta hora llega siempre sin aviso y hay tanto que decir.
Tan poco tiempo.
Sólo lo necesario para un testimonio.
.
Esto es para mis hijos.
Fueron ustedes niños bienamados.
Nunca he dejado de pensarlos como pedazos míos, carne de mi carne y de mi sangre, asumiendo sus dolores y sus perplejidades...
¿Es una justificación?
¿Con eso basta?
Sí, ignoro que de repente pueden reclamarme una herencia verdadera.
Castillos, tesoros.
¿Qué fortalezas puedo heredarles sino aquellas sombrías ruinas de piedra que se levantan junto al mar, en el país de mis sueños?
¿Qué tesoros?
¿Qué clase de joyas escondidas, yo, que a lo largo de mi vida sólo he reunido música, libros y colores?
Tal vez una canción infantil que inventé para ustedes.
Una palabra única, una palabra de amor secreta, para nombrarlos, algo para ser transmitido a sus hijos como si fuese una caricia sólo nuestra.
¿Qué clase de rubíes, sino el rojo de los atardeceres que a lo largo de mi vida se han transformado en un interminable crepúsculo?
¿Qué respuestas puedo dejarles yo, que sólo tengo preguntas?
¿Qué verdades definitivas, si únicamente puedo mostrarles mapas de caminos abandonados y rutas sin regreso?
.
Alguna vez pensé cambiar el mundo.
No trataba de acumular nada, porque en ese sueño sería nuestro el aire, el agua, la tierra, el mar, el Sol, el mundo, la sabiduría, el amor, así como el mañana.
No pude.
No pudimos.
Sólo un puñado de huesos, cenizas en la boca, el ajenjo de la traición y el olvido, el conocimiento de la maldad...
Piedras memoriales, restos dispersos.
Recuerdos indeseables que nos asaltan todavía en pesadillas.
El dinero, las armas. El egoísmo, fueron los fuertes.
.
¿Puedo acaso legarles en mi testamento veinte, treinta años, este puñado de pensamientos rotos que no pesan más que una flor seca?
Una flor olvidada entre las páginas del libro de la vida.
Y en el recuento final...
¿Qué puedo darles?
Sólo mi rebeldía, mi corazón indómito, mi conciencia.
El saber cómo son las cosas en realidad.
Más allá de toda manipulación, de todo filtro, de todo engaño de la civilización.
De las convenciones de una educación religiosa, de la democracia entre comillas que no es tal, de los intereses creados que siempre serán omnipresentes.
Eso.
La búsqueda de la verdad, aquella que es imposible de transar.
La curiosidad.
Tal vez poder crear una mariposa con un trozo de papel, un sentimiento con un color, una estación con una única hoja seca.
La voluntad de luchar por la felicidad, la inteligencia, que nunca ha servido de mucho pero que también está ahí.
.
¡Cuidado! Es como un solo buey tirando una carreta en círculos, de nada sirve si no lleva junto a sí al otro animal, su compañero, el Criterio.
La relativa belleza que se destruye sin cesar.
La esperanza, como un puñado de espigas verdes que jamás se agostan.
La integridad, la consecuencia que nos permite seguir siendo nosotros.
Eso es todo.
Un poco más que un corazón dolorido y la soledad, mi compañera.
En el recuento creo que no es poco.
Siento que ha llegado el momento en que sabré finalmente lo que hay del otro lado de la gran puerta negra.
Que tengo que dejarles.
No hay temor al momento de partir, sólo tristeza.
¿Será suficiente mi legado?
.
El reloj se detiene.
Un viejo tren pitea en mi memoria anunciando su marcha.
Aquí queda mi amor.
Ya es tiempo.
.

Texto incluido en su libro “La puerta negra”.
Santiago, Ediciones de la Golondrina, 2006.

domingo, 18 de mayo de 2008

Revista Quantor, Año 2 - Nº 4.
Santiago, Ediciones de la Golondrina, 2002.
.
EDITORIAL: IDENTIDAD Y CULTURA.
Por Carlos Raúl Sepúlveda C.
.
Tradicionalmente se concebía a la cultura como una flor de invernadero, el exquisito fruto de hábiles jardineros generado para el uso y goce de las clases dominantes. La cultura tenía la etiqueta de un artículo suntuario destinado al consumo de unos pocos elegidos. El disfrutar de Mozart, Modigliani, Picasso, leer a Cervantes, Shakespeare, Tagore o Gibrán Jalil Gibrán era lo que establecía la diferencia entre las personas y su categoría espiritual.
.
Con el estallido de las comunicaciones, con la increíble expansión del acceso al conocimiento comenzó a hablarse de una “aldea global”, de la “comunidad planetaria”. ¿Avanzamos realmente hacia allá?
.
La moderna concepción, la visión antropológica de la cultura, tiene poco que ver con el egoísta goce estético de una minoría y mucho más con un fenómeno colectivo de carácter nacional y popular. La cultura, en síntesis, sería el resultado de la interacción del hombre con la naturaleza, consigo mismo y con los artefactos que fabrica.
.
Para saber lo que el hombre es, para efectuar la proyección de lo que la humanidad podría llegar a ser, sin duda la CF tiene que sumirse en el profundo análisis del pasado, de los mitos y las expectativas proféticas, del modo en que nuestro entorno nos condicione, nuestro mar, nuestra selva, nuestra cordillera. El conocimiento de los viejos dioses felinos que rondan en el lindero de la conciencia y el sueño, o las antiguas historias donde las fuerzas naturales visten máscaras labradas en canelo, Pillanes que asumen identidades y vienen a morar en cualquiera de las siete dimensiones, planos o mundos paralelos de la cosmogonía aborigen, nos entregan las claves de un posible desarrollo futuro.
.
Vivimos un período particularmente contradictorio. Por una parte, las medidas políticas arbitrarias, frutos de guerras, acuerdos o correlaciones de fuerza de grupos nacionales en pugna, las fronteras y límites, tienden a desaparecer. Europa unifica su moneda y sienta un precedente de valores universales como la justicia y la verdad. Al establecer la existencia y la esperanza de una justicia universal que trascienda los limitados conceptos de una soberanía nacional sobre el crimen, una posesión jurídica del delito, su absolución o castigo, se ha dado sin duda un paso significativo hacia la constitución de una nueva sociedad terrestre.
.
Sin embargo, resurgen, tras la caída de las viejas estructuras políticas, las nacionalidades como flores en el jardín de la diversidad. La fe arde como una antorcha reencendida en pequeñas sectas, en grandes comunidades, en grupos nacionales: serbios y kosovares, albaneses y kurdos, tirios y troyanos. El hombre experimenta la profunda necesidad de reasumir su identidad básica, su idiosincrasia, su particular manera de sufrir la naturaleza que lo entorna.
.
Desde luego el nuevo conocimiento científico puede ser transferido de un lugar a otro en el espacio y en el tiempo sin perder su legitimidad, pero la práctica, su aplicación tecnológica, dado el carácter local de su estructura, presenta indudables barreras a su transferencia espacial y temporal. El propósito de la tecnología es cambiar y modificar la naturaleza, lo que ejemplifica el intento eslavo, fallido por esta vez, de encender para las sombrías regiones árticas, un pequeño sol.
.
Sin duda es un hecho cultural cuando un individuo o una comunidad, desarrolla una tecnología particular, creada en términos de las modificaciones que pretende hacer a la naturaleza. De este modo, la tecnología corresponde a propósitos que no son universales, que no son necesariamente los fines de todos los hombres del planeta.
.
La tecnología, pues, implica la solución a objetivos definidos en función a las necesidades de la comunidad que la genera y a los valores que la sustentan. Por tanto, una tecnología podrá transferirse de una comunidad a otra solo en la medida que los valores que se encuentran contenidos en ella sean a su vez válidos en la colectividad que los importa. Así, la transferencia tecnológica no es solo mover de sitio, por cien o mil kilómetros, una máquina, un proceso, un instrumento o un programa. Implica también la importación de los valores particulares de las personas que la elaboraron.
.
Sin ir más lejos, el efecto causado a la ecología costera de Chile por los barcos factorías japoneses que arrasan con la vida de los peces, aves y mamíferos marinos, el quehacer de la pesca artesanal y la economía locales, nos muestra claramente lo peligroso de dichos implantes. El hecho de no reconocernos, de ignorar el carácter local de la cultura y por ende de la tecnología, implica desconocer los supuestos sociales, económicos y espirituales que implican la aparición e implante de esta última.
.
La CF ya no es sólo una literatura, un género escapista, como se figuran algunos, sino todo lo contrario, una atalaya dese la cual podemos avizorar el advenimiento de una cultura planetaria concebida como una gema, un diamante tallado en mil facetas, cada una con su propio fuego, cada una con su particular, hermoso e inconfundible resplandor.

sábado, 17 de mayo de 2008

Revista Quantor, Año I - Nº 2.
Santiago, Ediciones de la Golondrina, 1998.
.
EDITORIAL.
Por Carlos Raúl Sepúlveda C.
.
Somos hojas del árbol de la humanidad arrastradas por la tormenta. La crisis del fin del milenio se hace presente de manera inequívoca.
.
El cambio moral va a parejas con el cambio tecnológico. De pronto nos preguntamos si la involución ha comenzado, si cada vez mayores masas de recién nacidos vienen a desvalorizar la individualidad, la tasación de cada uno de nosotros, sumiéndonos en una ola de ignorancia, prejuicios y fundamentalismos que creíamos desaparecidos en el viento de la historia.
.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis vuelven a cabalgar enseñándonos su horrenda cara, esta vez, vía satélite por las cadenas de noticias, SIDA, Ébola, nacidas en las probetas de laboratorios de la guerra bacteriológica cabalgan el potro amarillo. La velocidad del cambio tecnológico deja obsoletas grandes parcelas de la actividad humana; cada tres o cuatro años los ingenieros deben reciclarse para continuar siendo profesionales útiles, la cesantía aumenta como los hongos tras la lluvia otoñal.
.
El hambre vuelve como una vieja amiga de los países en desarrollo. Emerge un nuevo proletariado, un proletariado electrónico, metálico, los robot, hijos de la cibernética, cuya plusvalía es un nuevo problema a resolver. Las guerras religiosas aparecen otra vez con toda su carga de intolerancia y dolor, el genocidio brota en África y Asia como una plaga que se resiste a dejarnos partir.
.
Y sin embargo el conocimiento continúa su camino sin barreras. En un pequeño grupo iluminado la conciencia se expande y con ella, una nueva comprensión, un nuevo amanecer. Nuestro mundo físico cambia con la ampliación de nuestra conciencia. Ahora sabemos que hay agua en la Luna, que existen pirámides y una enigmática esfinge en Marte, la que fue portada del primer número de Quantor.
.
Nuestros satélites y observatorios clavan el bisturí de observación cada vez más profundamente en la realidad.
.
También el nuevo conocimiento nos entrega evidencias de nuestra fragilidad como especie. El hombre ya no es el centro del universo, ni siquiera es matemáticamente posible que sea el único ser inteligente, las evidencias alien en nuestra historia se hacen patentes, el hecho está dejando de ser un secreto de Estado para incorporarse al folklore urbano.
.
Pero no es sólo la amenaza exógena la que ahora nos pone en alerta. Sabemos ahora que todo es posible en el mundo físico que nos rodea. Recientemente los astrónomos han descubierto un asteroide, el XF 11, que amenaza estrellarse con nuestro planeta. Por un accidente semejante se extinguieron los dinosaurios tras reinar sobre nuestro planeta 130 millones de años. La humanidad ha existido sobre la Tierra sólo la mínima parte de ese tiempo.
.
Para este número, Máximo Carvajal ha creado una portada en que describe vívidamente el encuentro entre los cuerpos celestes justamente en medio de nuestra Alameda, en Santiago de Chile. Es de esperar que las predicciones de James Scotti, astrónomo descubridor del XF 11, que han dado origen al menos a dos películas de CF, “Impacto profundo” y “Armagedón”, no se cumplan. Sin embargo, los estudiosos señalan que hay otros cuatro mil objetos celestes similares en el espacio.
.
¿Lograremos sobrevivir?
.
Hasta el próximo número.

viernes, 16 de mayo de 2008

MI ÚLTIMA CONVERSACIÓN CON SEPÚLVEDA.
Por Armando Larenas Leiva.
.
Nos recuerdo sentados a la sombra de la buganvilla, capeando el calor, compartiendo un jugo. Desde el televisor, un político de los de marras, pontificaba sobre la democracia.
―Suena bonito: Democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, pero, en realidad, son sólo palabras― dije, un poco mosqueado.
―La palabra democracia es una palabra polisémica, y debemos definirla muy bien antes de trabajar con ella― respondió Sepúlveda.
―Bueno, algo he oído por ahí, de democracias reales y democracias formales...
.
Me interrumpió.
―El fenómeno del acomodo. ¿Has probado una de esas píldoras recubiertas? Son dulces y de buen sabor. Pero no trates de mascarlas... ¿Recuerdas la democracia protegida?
―Ajá...
―Para mí, la democracia es una forma de gobierno, en que el poder de éste proviene, o emana, como mejor prefieras, del pueblo...
.
Al rato continuó:
―Y cuyas características principales son: El reconocimiento de la autonomía del individuo, de ese yo vital que caracteriza a todas y cada una de las personas, como componente de la sociedad. La democracia, se afirma esencialmente en la movilización de todos los individuos como centros vitales, y no sólo como una ideología o principio abstracto, sino encarnando una realidad... ¿Quieres más jugo? Hay más en el refrigerador.
.
Tras la breve interrupción, prosiguió:
―También debe haber participación de todos en el poder político por el hecho de la igualdad inherente a todas las personas, lo que configura la idea de la no división de la sociedad en clases superiores e inferiores. Esto es, la igualdad esencial de todos los seres humanos. Sé lo que vas a decir, pero, por favor, no me interrumpas― agregó.
―Como iba diciendo, el principio de la igualdad esencial de todos los seres humanos no implica, en sí, una nivelación mecánica... No quiere decir que todos los hombres son iguales en cuanto a sus cualidades, méritos y dones, sino que todos personifican el mismo principio ontológico de humanidad... ¿Te das cuenta?
.
Y al ver mi cara de no comprender, agregó:
―Esta igualdad deriva de la concepción cristiana de la hermandad de todos los hombres, en cuanto hijos de Dios.
―Hablas como el curita de La Victoria, el tal Mariano Puga.
―Sin esa concepción, nuestra sociedad nunca desarrollaría un orden político que garantizara un status social igual para todos...
.
Las últimas palabras casi no las escuché. Su voz se había vuelto casi ininteligible, y su mirada era extraña. Lo recosté, y lo atendí lo mejor que pude.
Luego, como una pesadilla, vendría el SAMU, y su agonía en el Hospital.
.
Santiago, marzo de 2007.

jueves, 15 de mayo de 2008

12 DE OCTUBRE.
Por Juan Ricardo Muñoz Pollier.
.
A veces pienso que el día 12 de Octubre es más importante para nosotros, los muchachos de la Plaza de Almagro, ya que fue la fecha de fundación de nuestro club, que el Descubrimiento de América.
.
Los mapuches y todos los pueblos indígenas que habitaban esta parte del mundo tienen la razón: descubrir significa encontrar algo o lo que sea que nadie ha visto jamás. Para un azteca, un aymará o un mapuche jamás existió tal descubrimiento. Y desde entonces la lucha entre indios y españoles y nosotros que somos producto de los dos, aún persiste.
.
En silencio, el 12 de Octubre, fundamos el Club Iris...
.
Frente a mi casa existía un enorme solar, así llamábamos a un espacio plano, árido, todo tierra, polvo, piedras, sin belleza alguna. Cuando había campañas políticas terminaban siempre en el solar, quizás porque estaba cerca del Palacio de la Moneda. El Yiye, predicador internacional, utilizó el solar. Circos, juegos itinerantes, con carruseles, música y loterías, campeonatos de fútbol del barrio, amores y peleas, el solar era el espacio negado en el hogar a nuestra chiquillería...
.
Y allí nacieron todos los grandes futbolistas que se gestaron en el Iris, este club sin igual que cobijó a tantos amigos, que no me atrevo a mencionar a ninguno, ni a los más queridos ni a los más distantes para que nadie se me quede en el tintero. Sin ellos, que dieron tal cantidad, jamás habría surgido la superior calidad que permitió que brotara del vientre de una pelota de trapo un famoso y excelente jugador.
.
Al “Chocolo” Ramírez le dedico estas líneas. Se las entrego con cariño aunque él y yo sabemos que no fuimos ni muy amigos ni compadres pero que, a pesar de los años, hay cariño porque ni él ni yo ni otros consecuentes, renegamos de nuestras raíces y recuerdos. Su historia y es lo que yo quiero destacar aquí, no habría sido posible sin el apoyo de su familia, sin el ejemplo de los “viejos” del Club, sin su tesón y empuje. Sin esa, su maravillosa habilidad.
.
Años más tarde aprendí que cada ser humano tiene su herencia y circunstancias. Todos tenemos una capacidad, una habilidad que jamás aflora, porque no se dan las condiciones o no se producen los esfuerzos para ello o quizás porque no tenemos suficiente fe en nosotros mismos o porque son pocos los que están dispuestos a sacrificar su tiempo para ayudar a forjar al genio, a la estrella, al campeón. Lo que les leeré lleva ese mensaje.
.
PELOTA DE TRAPO.
.
Pelota de trapo rodando entre tierra y guijarros, pelota de trapo parecías de cuero recién curtido cuando pasabas frente al farol que alumbraba con luz un breve cuadrante del solar. Y tras la conquista del balón veíamos correr veloces, sin tregua, casi con locura, a dos, no a tres ni a once, sólo a dos luchadores que se jugaban honor, vida y sangre por lograr una mejor técnica, una inteligencia especial. Dos chicos que sudaban y luchaban como harían dos gladiadores en un circo romano combatiendo por su vida...
.
La pelota corría impulsada por el talento que cada noche florecía por la energía de zapatos huérfanos de metálicos estoperoles. Cada noche, en el solar bajo el farol, cada noche de verano, sin faltar...
.
Al volver a mi casa no podía dejar de mirar por breves instantes la constancia necia de cada noche en pos de esos trapos unidos que imitaban un balón.
.
La historia del “Chocolito” Ramírez se conoce. Seleccionado nacional, profesional de exportación, cruzado católico por contrato y corazón, el mundo del fútbol lo recuerda con respeto y cariño.
.
Sin embargo, el otro, el jugador fantasma que como sparring entrenaba al que sería la estrella, el que apretaba los trapos a la pelota que iluminó el talento del "Chocolito", de aquel, nadie se acuerda. Fue el "Chundo", el que abandonaba su carro ya vacío de verduras y hortalizas, el que a pesar del cansancio, a pesar de ganancias y pérdidas, apretaba los trapos con todas sus fuerzas para que el balón de la pobreza rodara, por el suelo árido bajo la luz moribunda del farol.
.
Einstein señalaba con humildad: Soy un físico destacado porque Newton existió, si me ven es porque estoy sobre sus hombros. Así como este genio del siglo XX, Orlando Ramírez, sabe que es producto de su herencia, de los genes que le dieron personalidad y habilidad, pero, también de su medio, de su Club y de sus compañeros.
.
Estadio Nº 1.001 (1962). Portada: Orlando Ramírez y Fernando Ibáñez.
.
Y Orlando debe en parte su habilidad al dueño del balón de trapo, al vendedor ambulante que le puso sus hombros en un momento de la vida para que “Chocolito” alcanzara la fama. En esta historia del futbolista de excepción que fue Orlando “Chocolito” Ramírez, Hijo Ilustre de la Plaza de Almagro y su solar, no se puede archivar ni obviar el recuerdo del “Chundo” que aún vende frutos y hortalizas.
.
Lo triste es que ahora no lo empuja el fútbol ni la pelota de trapo que era necesario apretar. Arrastra su carro y sólo el vino lo motiva, el alcohol, que ha reemplazado todos sus sueños y lo ha dejado en espera de otra vida para ayudar a forjar una nueva y mejor estrella del balón.
.
Cierto, glorifiquemos a todos aquellos que en nuestro Club o en el mundo han ayudado a que nazcan nuevos deportistas. De esa cantidad nacerá la calidad. Saludemos siempre la existencia de todos los que colocan los hombros para que sobre ellos se encumbren los seres humanos. Saludemos a niños, hombres y mujeres que permiten que otros alcancen la fama debido a su colaboración.
.
Gloria a quienes colocan hombros y corazón permitiendo que por su esfuerzo y solidaridad nazcan genios y estrellas...
.
Gloria a los muchachos futbolistas de ayer y hoy. Gloria al "Chocolo", gloria al "Chundo", gloria al Club Iris.
.
Santiago, Julio de 1999.
Notas:
1. Texto aparecido en Revista Quantor, Año 2, Nº 4, julio de 1999.
2. Dibujos realizados por Máximo Carvajal especialmente para esta historia.
3. Imagen de portada de Revista Estadio ubicada en

viernes, 9 de mayo de 2008

FRAGMENTOS DEL INFINITO,
DE TEOBALDO MERCADO.
Síntesis comentada de la obra.
por Juan Manuel Silva Henríquez.
.
El Recuerdo: Laura en un expedición a un planeta de sus descendientes busca un recuerdo para llevárselo, es lo único que queda de la antigua cultura terrestre. Es una buena metáfora sobre el destino del hombre, buscando nuevos lugares donde seguir viviendo y el desarrollo de la humanidad. El autor nos deja la interrogante: ¿Continuará siendo el hombre tan depredador?
.
Por el Rabillo del Ojo: Trata sobre la aparición de sombras extrañas. Que resulta ser el fantasma o espíritu de George White, el cual es un clon. La moraleja es que los clones son duplicados sin alma, respaldos que los espíritus originales buscan para destruidos. Seria conveniente profundizar este concepto de los clones, un tema de gran importancia en el siglo 21, idea tratada por P. Dick y J. Morgan en “Copia al carbono”, lo que aquí se plantea es fascinante en esencia.
.
Principito: Una tierna historia de cómo el espíritu de un perro salva a una persona en un incendio. Encontramos un toque de humanidad, tan necesario en estos días.
.
Tocando el suelo: Una historia muy actual, sobre una catástrofe ecológica, donde el hombre a destruido las plantas, animales, etc. A raíz de un arma bacteriológica, por ende la Tierra es inhabitable, sólo se puede vivir en una plataforma a 3.000 metros de altura. Se describe una cruenta expedición a esta contaminada superficie terrestre con un final feliz, el hombre encuentra un antídoto. Un tema que nos recuerda el volcán de Chaintén y las consecuencias por no saber entender la naturaleza, idea que se puede desarrollar con mayor profundidad, incluyendo los aspectos éticos como la explotación excesiva de la naturaleza.
.
Desembarco: Aquí encontramos una desenfrenada lucha bélica en otra dimensión entre terrícolas y alienígenas que nos viene a destruir. La base enemiga de los KRONDIRON debe ser asaltada y raptado el comandante. Luego de una heroica batalla, que casi termina en desastre, con un 10% de sobrevivientes, vencemos. Aquí aparece la Inteligencia Artificial diciendo que tiene alma y que lucharán todos hasta el fin. Es una narración ágil, con descripción de armas de última tecnología. Este cuento sigue la vertiente de Fred Soberhagen, autor de BERSERKERS, que describe como naves automáticas alienígenas se enfrenan al hombre para destruilo.Esta máquinas se autorreplican y piensan. Seria interesante ver el desarrollo que da el autor a esta forma de conciencia que plantea, tal como ocurre también en 2001 Odisea del Espacio.
.
Pensamientos en la punta del cerro: Vivencias del autor en el cerro San Cristóbal, donde tiene varios recuerdos. Ojalá que no se transforme en un volcán más.
.
Santiago, 10 de mayo de 2008.-

martes, 6 de mayo de 2008

SONRISAS ESTELARES, DE TEOBALDO MERCADO.
Por Sergio Alejandro Amira.
.
Recientemente leí Stranger Than Fiction: True Stories (2004) de Chuck Palahniuk traducido al español bajo el titulo Error humano. Este libro es una recopilación de reportajes, entrevistas y ensayos breves algo irregular que sin embargo contiene algunas valiosas reflexiones, sobretodo en lo que a los procesos de creación literaria se refiere.
.
En el último ensayo titulado Consolation Prizes, Palahniuk habla de cómo sus amigos, las acciones emprendidas por sus amigos y por él mismo junto a ellos, se convirtieron en la base de su famoso libro Figth Club. Tenía esto en mente ayer durante el lanzamiento de Sonrisas estelares, el cuarto libro de Teobaldo Mercado, y lo tuve aún más una vez finalizada, la lectura de Otro día, la novela corta con la que remata esta singular colección. Y es que durante el lanzamiento varios de los asistentes, si bien reconocieron haber disfrutado y reído mucho con el libro, también preguntaron al autor si acaso creía que su narrativa tendría un efecto igual de hilarante en la gente "no iniciada", en aquellos de "fuera del fándom" que no lograsen reconocer cabalmente a los personajes y circunstancias retratadas desde varios flancos por la pluma mordaz de Mercado que, por cierto, no escatima en el uso de un amplio abanico de herramientas para provocar la risa del lector. Herramientas tales como el sarcasmo, la ironía, el absurdo, la cita bastardizada y los chistes de grueso calibre o derechamente groseros abundan y están diseminados con la factura que sólo un escritor en total dominio de sus capacidades narrativas podría lograr. En ese sentido, y descartando que el género paródico-humorístico sea el empleado en Sonrisas estelares, me atrevería a decir que este es uno de los más logrados libros de Teobaldo como conjunto. No una colección irregular sino como muy bien dijo uno de los asistentes, una obra que va in crescendo para terminar en un "gran orgasmo cuántico de risa".
.
Sobre la risa, otro de los asistentes recordó las palabras que alguna vez le dijo el autor César Aira, quien desdeñó el humor en la literatura por considerarlo "facilista". Enfrentado por su interlocutor ante al ejemplo de El Quijote, a Aira no le quedó más que encogerse de hombros al comprobar que su argumento era insostenible. Y en este punto me gustaría citar a Carmen María Imbert: "Existen dos formas de ver la vida que se contradicen o se complementan, según el modo en que se aborde la cuestión. Uno diría: el humor es la reacción del superficial, del que no sabe tomarse la vida en serio, del que no es capaz de llegar a los profundos fundamentos que la conforman, del que se evade cobardemente de ella. El otro diría: el humor es la atmósfera indispensable para que se den las virtudes, el signo inequívoco de madurez, la forma más realista de enfrentarse a la vida. Ambos tienen razón."
.
El humor es por lo tanto, ambivalente, lo que le da risa a algunos no le da risa a otros, pero existe una actitud que subyace y permanece: el sentido del humor. La profesora Mary Ángeles Martínez del Pozo en su investigación sobre El sentido del humor en la pedagogía de Tomás Morales nos dice que el buen humor o sentido del humor se define como la facultad de captar y manifestar lo cómico y lo discretamente ridículo siendo el sano humorismo "...el género de ironía en el que predomina el buen humor". Se desvanece de esta forma el concepto superficial del humor, reconociendo que se trata de una capacidad de captación, de una sensibilidad ante la realidad de forma objetiva. En una entrevista realizada con motivo del lanzamiento en DVD de Figth Club, se le pregunta a Palahniuk sobre qué sintió al ver su obra llevada a la pantalla grande. Chuck contesta que fue una experiencia aterradora ya que la película era una interpretación de las cosas que él y sus amigos hacían durante la época que escribió el libro. "Ver la película es como ver una adaptación a la pantalla de mi vida y contemplar, si bien no a mí mismo, sí a mis amigos diciendo las mismas cosas que dijeron tiempo atrás. El párrafo 'We are the all singing, all dancing, crap of the world', fue algo que dijo mi amigo Carston que estaba recién aprendiendo a hablar en inglés así que todo el tiempo usaba frases clichés como 'all singing and all dancing'". Tras esta revelación le preguntan a Palahniuk cuanto de lo que está en la película está basado en hechos reales. El escritor contesta: "todo menos los clubes de la pelea", que por cierto comenzaron a expandirse como un foco infeccioso tras la película.
.
¿Por que hago este paralelo entre Teobaldo y un autor que él probablemente jamás ha leído ni le interese? Pues porque veo que operan en un mismo nivel. El Club de la Pelea es una obra muy divertida, muy humorística y por cierto, muy develadora de los grandes defectos de la sociedad de consumo, la domesticación del ser humano, la violencia, etc., de la misma forma que lo es Sonrisas estelares y en especial Otro día. El mismo Teobaldo por lo demás confesó haber tomado "prestadas" (al igual que Palahniuk) frases, nombres, conceptos y diálogos enteros de sus amigos para varios de los cuentos de su cuarto libro. Pero yo me pregunto ¿qué escritor no lo hace? La nada solo puede engendrar nada. Al principio no fue la nada, fue el caos. La nada no existe y todos quienes escribimos aunque sea la ciencia ficción más delirante o el surrealismo más incomprensible, siempre estamos anclados en la realidad.
.
Pero regresemos al punto de la "decodificación" por parte del lector de Otro día. ¿Es posible para alguien que no conozca a la gente que Teobaldo tomó como modelos para sus personajes disfrutar de la lectura de esta obra? Formulemos la misma pregunta aplicada a Figth Club, usted que fue al cine a ver a Brad Pitt y Edward Norton, o que leyó la novela, ¿necesitó conocer a gente como Carston, el amigo de Palahniuk que hablaba en clichés para disfrutar de la obra en el nivel que sea? Le respuesta es no. No lo necesita y estoy seguro que cualquier persona que no sea un completo imbécil se reirá tanto como yo con este libro y, especialmente, con Otro día sin tener que estar al tanto que yo soy el template del capitán de la Orgasmo Cuántico.
.
En ese sentido todos los cameos y guiños que articula Teobaldo no son más que un plus, que ciertamente divertirán más a quienes sepan descifrarlos, pero que no le restan ni una pizca de interés a la aventura misma que es el relato dónde se reúnen todos los tópicos de la cf en una breve cantidad de páginas: las sociedades utópicas, los minerales inexistentes como la caborita, las federaciones de razas alienígenas, las naves generacionales, los agujeros de gusano como pórticos, el viaje en el tiempo y a otras realidades, las grandes y épicas batallas tanto en el espacio como en tierra, la ingeniería genética, la avanzada tecnología de una misteriosa raza... y no olvidemos la tortura psico-pornoplástica y la invención del Cyberchantanismo.
.
Es increíble la cantidad de temas que Teobaldo ha logrado combinar sin nunca perder el ritmo trepidante y la distancia requerida para no engolosinarse con la parodia y ser coherente con la trama misma que además pose suficientes vueltas de tuerca como para no decaer en ningún momento sin ser tramposa. Los autores que inspiraron a los personajes de Otro día operan como arquetipos, todos los seres humanos hasta cierto nivel reduccionista lo somos. Karl von Amira es un capitán eficiente pero algo malas pulgas que si bien está deslumbrado con los pechos de la bella Duhlzura, pareciera sufrir cierta tensión sexual con la extraña alienígena telépata de abordo. Aquí Teobaldo nos propone dos modelos femeninos, Duhlzura por un lado que es literalmente un caramelo cuya única finalidad es ser apeteciblemente sexy; y Sohl Heddad, la inescrutable alienígena de pelaje gris y rostro serio ante cuya mirada Von Amira se siente empequeñecer debido a la intensidad de sus vigilantes ojos...
.
El lector no necesita saber quien inspiró a quién en Otro día más que como mera curiosidad o faranduléo. Todo lo que tiene que hacer, es dejarse llevar por el polisemántico humor de Sonrisas estelares, un viaje que no lamentará.
.
Nota 1: Texto de S. Amirá encontrado en.
Nota 2: Fotografía de S. Amirá encontrada en.

sábado, 3 de mayo de 2008

FRAGMENTOS DEL INFINITO.
Por Pily B.
.
Aún recuerdo qué pensé cuando tuve su primera recopilación en mi poder; creí que era algo así como un capricho y que rápidamente olvidaría el asunto de autopublicarse, o por el contrario, terminaría siendo publicado entre otros muchos autores en distintas publicaciones de papel (o electrónicas), y ahí terminaría el asunto. Porque, eso que conste, aun sin leer su primera publicación, ya sabía que era buena. Puede que mejor o puede que peor que muchas otras, sí, pero entretenida, trabajada, imaginativa; dije buena. Con futuro.
.
No obstante, y dejando a un lado el resto de su currículum literario, me confundí y no sabéis cuánto me alegro. Teobaldo Mercado ha seguido ahí; perseverando, y dándole pequeñas pinceladas al universo de la ciencia ficción con esa visión suya tan particular (aunque a veces también tan manida, pero siempre con ese toque tan… Teobaldo); propinándole constantes brochezazos de color y matices al futuro inventado, a su futuro, unas veces imaginado y otras veces no tanto. Un futuro casi siempre aterrador, la mayoría de las veces caótico, sin lugar a dudas humano (aun cuando, del mismo modo, no siempre sean humanos aquellos que habitan estos terribles universos suyos).
.
Sí (y bien por él), ahí ha seguido entregándonos pequeños bocados de irrealidad; tímidos todos ellos, pero constantes y contundentes, como deben ser.
.
En “Fragmentos del infinito”, su última recopilación literaria, aparece su más reciente selección de ideas y sueños; sus invenciones más variopintas, rodeadas todas ellas de ese hálito de tristeza, desesperanza y de nuevo humanidad. Esos ingredientes nunca faltan; no fallan. Y gustan. Y enganchan.
.
En “El recuerdo”, el primer cuento en darnos la bienvenida, Teobaldo lo hace de manera breve y curiosa; la protagonista de su historia regresa de su último viaje a las estrellas, y descubre, ya en su hogar, cómo ha pasado el tiempo y qué es lo que le ha arrebatado éste; su familia, su vida. Sí, sé que así contado suena breve y poco llamativo, pero yo que vosotros no subestimaría nunca una sinopsis minúscula y poco reveladora.
.
Por el rabillo del ojo” es la segunda en llegarnos. Y sé que ahora es cuando debería hacer otro breve resumen diciendo de qué trata, y bla, bla, bla, pero, perdonadme, no lo haré. Será que hoy tengo el día rebelde. Será que me he vuelto práctica. Será que prefiero que en vez de pensar si llevaré razón o no, leáis vosotros mismos y juzguéis pinchando aquí , dado que fue publicada recientemente en esta misma web.
.
Principito” es la única historia de fantasía de este tercer volumen. En ella, Teo nos acerca a la imprevista, desagradable, y agobiante vivencia de una anciana; haciéndonos ver cómo podría ser posible que algo o alguien cuidase de nosotros en el peor momento, guiándonos en la oscuridad, dándonos una nueva oportunidad de seguir adelante, respirando, y dándole gracias a la vida.
.
En cuanto a “Tocando el suelo”, me ha sorprendido, además de por su extensión, también porque, a pesar de la vorágine y oscuridad que reina en la Tierra, existe un hueco para la esperanza y el optimismo, aunque en muy contadas ocasiones, eso también es cierto. En este relato extenso, la Tierra está bastante mal herida y la causa de ello es la de casi siempre; el descuido de unos pocos humanos. Alguien ha utilizado un arma biológica, los árboles de la muerte, y la situación se termina saliendo de madre: La tripulación de un navío (un dirigible), dispuesta a cumplir su cometido (la reubicación de esas personas que salieron mal paradas por “el descuido”), tiene un repentino accidente y se ve obligada a aterrizar forzosamente. El precario orden se ve alterado por un inesperado caos, y a sí, sin más, tenemos a toda una dotación naviera desperdigada en una Tierra inhóspita; cubierta por una nube tóxica que obliga al traslado constante en vehículos aéreos. “Tocando el suelo” es una gran aventura en sí, con pequeños toques de la serie televisiva Perdidos (la situación lo da), en la que también hay conflictos bélicos, mutaciones, y más.
.
¡Desembarco!” también es una narración extensa. En ella, como en la anterior, y en muchas de las que ya existen y existirán en los universos de Teobaldo Mercado, se desarrolla un conflicto intergaláctico. Varios universos paralelos luchan entre sí por la supremacía y otras “cositas”. El conflicto, requiere de hombres y mujeres anónimos, algunos de ellos modificados físicamente para la lucha. Pero esto es solo el comienzo. El resto, a veces en grandes dosis, a veces en pequeñas, vuelve a ser una vorágine de hazañas, sufrimiento, muerte, destrucción, supervivencia en algunas ocasiones, y mundos interiores…
.
Pensamientos en la punta del cerro” es un pequeño escrito que no pertenece a un mundo fantástico. Tampoco lo hace a un mundo de ciencia ficción. “Pensamientos en la punta del cerro” pertenece al mundo interior de este escritor de fantasía, en una tarde/anochecer cualquiera. Reflexiones en lo alto de algún lugar, lejos de la ciudad, de la rutina, y de la vulgaridad. Pensamientos a cerca de lo que hace; la esperanza de posibles futuras ideas como lo es este “Fragmentos del infinito”, dedicado además, con el corazón, a su fallecido amigo y también escritor, Carlos Raúl Sepúlveda.
.
Y eso es todo, amigos. Aquellos que baséis vuestra dieta literaria en ciencia ficción y fantasía, deberíais probar un bocado como este. Tal vez os sorprenda comprobar lo rápido que uno se engancha a su sabor; y lo digestivo y nutritivo que es para el intelecto.
.
Nota: Texto e imagen de Pily B. encontrados en.