miércoles, 23 de julio de 2008

“HERENCIA” (2005),.
DE EDGAR UNGER.

Comentario de Patricio Haschke Fritz.
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Me vi en la necesidad de leer nuevamente el libro “Herencia”, de Edgar Unger Reuther, ya que al conocer las críticas recibidas me pareció haber leído otra edición.
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Tengo que reconocer que no soy diseñador gráfico ni escritor; no puedo criticar colores, tipos de letras y menos calidad de papel. Mis primeras lecturas fueron “pulp-fiction”, y no podría desconocer mis orígenes.
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Sólo soy un fanático lector, y leo lo que cae en mis manos, preferentemente ciencia ficción. Como crítico sólo puedo decir, y argumentar, si me gustó o no me gustó lo leído. Y de esta manera acojo o rechazo a un autor. Es verdad que es un método muy personal, pero no pretendo ser un sacerdote y predicar las bondades o errores de textos, o guiar a los lectores por sendas de lo excelso de la literatura. Por deformación profesional me gusta la física, astronomía y demás ciencias exactas, y si hay algo que no entiendo lo investigo para saber de que se habla.
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Mis preferencias pueden ir encaminadas por la Ópera Espacial, y no busco desigualdades e injusticias de género donde son difíciles de encontrar.
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Me gustó la obra de Edgar y seguiré su trayectoria a pesar de las críticas de los “iluminados”.
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Santiago, 23 de julio de 2008.

3 comentarios:

François de Fronsac dijo...

Cuando un autor nos gusta: sin complejos.

Unknown dijo...

Este libro "Herencia" me entretuvo el verano pasado en mis vacaciones en Chile. Fue leido y meditado frente al mar de Reñaca.
Mis saludos a los hermanos chilenos que cultivan y disfrutan de la ciencia ficcion escrita a la manera clasica.
Y mis respetos al Sr. Unger, con el afecto de un porteño que cree en la Unidad Latinoamericana.

Unknown dijo...

Este libro "Herencia" me entretuvo el verano pasado en mis vacaciones en Chile. Fue leido y meditado frente al mar de Reñaca.
Mis saludos a los hermanos chilenos que cultivan y disfrutan de la ciencia ficcion escrita a la manera clasica.
Y mis respetos al Sr. Unger, con el afecto de un porteño que cree en la Unidad Latinoamericana.