EL CLUB DE LA UNIÓN
Por Richard Dixon
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Le pegó una última calada a su cigarrillo, dejó el dinero de la cuenta y se paro buscando la salida. Su vida se quedaba en aquel salón. Camino recordándola. Bailes, reuniones, amigos, el último cumpleaños de Antonia. El pecho se le volvió a apretar. Los empleados que lo veían pasar se despedían serviciales como siempre. Llegó a la escalera de mármol que daba a la calle y bajó. Afuera, la Alameda seguía su curso, parecía bailar, iba y venia, como tantas veces el dolor entraba o salía con el antifaz de las generaciones.
Santiago, Noviembre de 2007.
3 comentarios:
Me gustó... no sabia que este joven escribía así. Podría publicar más seguido.
Lo leí, cuento bueno pero breve.
Excelente, breve, buen uso de las palabras, recordando esa maravilla arquitectonica en pleno centro de la ciudad. Reciba mis sinceras felicitaciones, Sr. Richard Dixon, espero leer otras coas suyas.
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