No recuerdo bien donde conocí a Carlos Raúl Sepúlveda; el año 1989 ó el '90. Se agolpan en mi memoria muchos lugares; como las Tertulias de los Viernes de calle Miraflores - en la sede del Grupo Cámara-Chile-. La segunda parte de esas noches, continuaban para mi, desde el Café "El viejo Farol" que también frecuentaba el escritor Enrique Volpe entre otros; y alguna vez Carlos Raúl Sepúlveda; con lecturas de cuentos y poemas junto a otros autores jóvenes que fundaban el grupo
Hace dos años iniciábamos las primeras grabaciones experimentales y marcha blanca para su gran proyecto de Radio-on-line, inaugurada el 4 de Noviembre de 2005; que se podía escuchar dentro del mismo sitio web www.eltabano.cl la revista digital.
La tarde del 7 de Diciembre de 2006, después de embalar en una caja los ejemplares de su reciente novela \" La Puerta Negra\" para llevarlos a la SECh, a su lanzamiento oficial, me envió a comprar un perfume francés que siempre usaba.
Me encontré en un aprieto que después sería insalvable, cuando en la farmacia donde Carlos Raúl era asiduo cliente, tal exclusividad estaba agotado. Como no tengo costumbre de comprar perfumes de gran categoría y preocupado de la hora y por otros encargos; bandejas desechables y vasos- para el cóctel de celebración del lanzamiento- y flores para su amada... no encontré ninguna de estas cosas cerca de su domicilio.
Caminé harto desde Sta. Rosa con Av. Matta hasta la Plaza Almagro buscando aquellos pedidos inexistentes también por ahí... bajé a la calle Nataniel y más allá aún; me devolví sudando hasta San Diego y me fui en una micro amarilla hasta la calle Tarapacá, así no me alejaba mucho porque se nos acortaba el tiempo; solo una hora y media restaba para el comienzo de la ceremonia en la SECh. Entré a un Mall; a una distribuidora china de papeles y cartones; entré a otras galerías y por fin, en un lugar oculto encontré una venta de perfumes. ¡Ahí lo tenían!... tomé un taxi, que a toda velocidad por calle San Isidro me dejó en la casa de Carlos Raúl...y él estaba elegantemente vestido de negro,... vio el perfume...se puso de todos colores...cuando se le encendía la cara... gritaba...y al enojarse ¡más gritaba!...
- ¡¡*+`ç.\"@ !...¡ESTE NO ES EL PERFUME ORIGINAL!¡ES ALTERNATIVO...¡¡*+`ç\"@ ... ! -.
Aquí yo me enojé - Oye... Carlos, ¡Esto nos pasa porque se te ocurrió a última hora!...total...aprovéchalo para salir del paso.
En el taxi que nos transportó hasta la calle Almirante Simpson 7, la sede de la Sociedad de Escritores de Chile SECh junto a los escritores de ciencia-ficción Teobaldo Mercado Pomar y Kai Wing, nos comentaba que la revista digital El tábano era leída asiduamente por miles de usuarios registrados sin contar con los "hits" que eran muchos miles más.
-Mmm - le dije - ¿Le alcanzaremos alguna vez los talones a la misma BBC de Londres?...discúlpame por ser tan ciencia-ficcionista y fantasioso.
-Pedro...y no es chiste lo que tu dices: la gran convocatoria que tenemos - este IDEAL también lo pueden lograr muchas revistas y diarios - porque el nuestro es un periodismo de calidad y de trinchera; de denuncias fuertes; combativo; buscando la justicia social; no somos una revista de farándula; proponemos un mundo posible aunque sea utópico; me he encargado de crear una gran biblioteca; mi interés es EDUCAR a través de un periodismo reflexivo que hace pensar a la gente con valores propios de la Cultura Latinoamericana y Chilena, es el periodismo que hay que seguir incentivando.
En rasgos generales nos comentó su Ideal del Periodismo, tal vez no son las palabras exactas y textuales dichas por nuestro buen amigo en el taxi aquella tarde, pero ahí está algo de su Pensamiento al tratar de revivirlo hoy, cuatro meses después para compartirlo con los lectores y amigos de Puerto de Escape.
Al despedir esta nota, con su gran sentido del humor que sacaba carcajadas por otra situación anecdótica, de la cual ayudé inconscientemente al tratar de confeccionar una credencial diferente para la revista El tábano.
Una mañana de invierno de 2006, lo acompañé al policlínico a una de sus habituales curaciones del pie diabético. Le dije a Carlos:
-Mira, lo descolorida que se ve la credencial que me confeccionaste el año pasado... me hice otra con esas tarjetas de visita para difundir la revista digital...con una foto mía a todo color ¿Qué te parece?...
Dio un salto, miró la tarjeta y exclamó ¡Dios te bendiga! y se quedó dormido por la espera en la sala de recepción del policlínico... después de las curaciones le vino una descompensación diabética, lo tenían en una camilla y conectado esta vez a la bolsa de suero, sus temblores me preocuparon y me pidió que lo cubriera con algunas frazadas; la enfermera me pidió retirarme...y Carlos Raúl insistió...
-Pedro... ¿Algo me mostraste hace un rato, no recuerdo bien ...una foto...una tarjeta ?...
- no te preocupes ya me voy ...me están echando...deja irme...
-Pedro ¿qué era?, voy a quedar con la duda, - e insistía ¿qué era ...?
- Ya, está bien -...la enfermera salió un poco molesta... dando un minuto más.
Ay...Carlos, es un juego...no tiene importancia, estoy inventando una nueva credencial para mi...esta es...- se la mostré y sus ojos se abrieron atónitos y temblaba entero...
-¡No puede ser !¡Dios mío, estoy delirando! ándate ¡fuera! -y de lejos sentí su risa...
No dejó oportunidad en reuniones con amigos de la SOCHIF de comentar la ocurrencia mía que el tábano; apareció con la cara de su ayudante Pedro Frez ...ó en otras palabras, Pedro con alitas y el cuerpo de un tábano, el díptero, símbolo y logo de su revista digital.
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